La abeja es declarada el ser vivo más importante del planeta
El mundo ha perdido 90% de sus abejas. Colombia no es la excepción, según investigaciones de algunos colectivos anualmente desaparecen entre 10 mil y 16 mil colmenas. Con proyecto de ley intentan salvarlas. El Instituto Earthwatch hizo un llamado.
En los últimos días una noticia le ha dado la vuelta al mundo. El Instituto Earthwatch afirmó que las abejas son el ser vivo más importante del Planeta. La declaración llegó en un momento crucial, pues muchos científicos han anunciado su inminente desaparición.
Hace 20 años un grupo de agricultores franceses advirtió sobre el despoblamiento abrupto de sus colmenas. Las abejas de todos los países de América, Asia, África y Europa han desaparecido hasta en un 90%, y las razones son diversas y complejas para cada zona: deforestación, uso indiscriminado de pesticidas, cambios de uso de suelo, pérdida de sitios de anidación y recursos florales.
Colombia no es la excepción. De acuerdo a investigaciones hechas por algunos colectivos apícolas, anualmente en el país desaparecen entre 10 mil y 16 mil colmena. La cantidad de individuos por colmena varía entre 15 mil y 80 mil. Es decir, la cifra de abejas muertas en un año es exorbitante.
Según el Colectivo Abejas Vivas, en los últimos tres años han muerto, en Colombia, por envenenamiento masivo con agrotóxicos un 34% de abejas. Esto representa una pérdida, en el sector apícola, de aproximadamente más de 21 mil millones de pesos (datos parciales entre 2014 y 2017). Sin contar el daño a otros cultivos que dependen de la función de polinización de estas.
Las abejas son cruciales para la alimentación humana. Sin ellas, no habría vida en la Tierra. De cada 100 productos alimenticios, 70 dependen de su función de polinizadoras.
Pacho Silva, como lo conocen en el mundo de la apicultura, tiene 70 años. Se acercó, por primera vez, al maravilloso mundo de las abejas cuando tenía 15. Y aunque por un tiempo estuvo en el medio, pero no directamente en su miel, volvió desde hace casi una década a la colmena. A su regreso se encontró con grandes amenazas. La principal, a su criterio, la fumigación de cultivos.
El uso de pesticidas, como el glifosato, son una de las principales causas de muerte de las abejas. Foto: Pixabay.
“Hace años convivimos con el café. Nuestras abejas estaban entre los cultivos del grano y compartíamos casa con guamos y naranjos, que ayudaban a darle sombra. Pero los quitaron y dejaron solo el café que empezó a necesitar más fumigos para controlar sus plagas y, de paso, nos pusieron a las abejas bajo amenaza. Desde entonces emprendimos la huida. Tratamos de estar por lo menos a 30 o 50 mil kilómetros de distancia”, afirma Silva.
La industria apícola en Colombia, pese a las amenazas, busca mantenerse y también ve oportunidades. Por eso, han ido corriéndose cada vez más a la montaña para poder preservar las especies y su negocio. Pacho, que representa a la Red de Apicultores (Apired), es uno de ellos. Junto a aliados, productores y campesinos han entendido la importancia de mantener las abejas colombianas.