Si bien Duncan concede en su columna que la escena montada por alias ‘Iván Márquez’ para anunciar su retorno y el de sus compañeros a las armas —en la que ‘Santrich’ aparece con un fusil— podría simbolizar “la idea de la resistencia aun en las condiciones físicas más desfavorables”, se convence de que esa imagen apunta más a “apostar por la violencia sin calcular sus consecuencias”.

La decisión de ‘Márquez’ y ‘Santrich’, dada a conocer a los colombianos hace una semana a través de un video que aún hoy provoca todo tipo de comentarios como los recogidos en este artículo, obedece a que “no tenían otra alternativa que desaparecer”, luego de ser relacionados con narcotráfico, asegura Duncan, y “demuestra, aunque insensatos, su interés en mantenerse vigentes en la política nacional”, pero “el problema para ellos es que un nuevo proceso es inviable, mucho menos ahora que se rearmaron”.

En ese nuevo escenario también les señala ceguera, pues considera que no parece que tengan la capacidad de “reconstruir, así sea a medias, una guerrilla parecida a lo que fueron las Farc”, y además “está claro que el grueso de las disidencias y el Eln no están dispuestos a concederle[s] algún tipo de mando”.